17 mayo 2006

Los asturianos firman 35.000 contratos en un año para trabajar fuera, sobre todo en Madrid

El Principado se mantuvo en 2005 entre las zonas de España «emisoras» de profesionales, aunque el incremento de las salidas se desaceleró.
Los asturianos firmaron el pasado año 35.389 contratos para trabajar en otras comunidades autónomas. El más reciente informe del Instituto Nacional de Empleo (Inem) acerca de la movilidad laboral de los españoles constata que Asturias está entre los territorios del país que se caracterizan por ser «emisores» de trabajadores, aquellas zonas donde es significativamente mayor el número de los profesionales que salen que el de los que entran. El Principado mantiene ese rasgo a pesar de que el crecimiento de las contrataciones de asturianos para trabajar fuera se moderó durante 2005. El aumento en relación con 2004 fue de un 1,4 por ciento, inferior a los promedios registrados en la mayoría de las comunidades. Al mismo tiempo, los contratos formalizados en Asturias por personas de fuera (14.687) se incrementaron el 11,9 por ciento. Los expertos del llamado Observatorio Ocupacional del Servicio Público de Empleo Estatal determinan, a partir de datos como los citados, «el saldo» de cada provincia, que «refleja la diferencia entre el número de entradas y salidas de trabajadores contratados». Una operación que «permite definir un ámbito territorial como emisor o receptor». El Principado encaja en el primero de esos perfiles: «Las provincias con mayor saldo negativo son las mismas que en 2004: Cádiz, Sevilla, Cáceres, Asturias, Córdoba y Pontevedra», diagnostica el informe. Sus autores reparan también en el análisis de las que llaman tasas de entradas y salidas de trabajadores. En el primer caso, Asturias está a la cola del país. Los contratos para individuos de otros territorios representan sólo el 5 por ciento del total de los que se ofrecen para trabajar dentro de la región. «Hay un grupo de comunidades en las que la tasa de salida es alta y la de entrada baja. Son eminentemente emisoras y escasamente receptoras de trabajadores. Las que presentan esta situación de forma más acusada son Extremadura y Asturias», subraya el documento. En general, el Inem ha detectado que la movilidad laboral ha experimentado en España «cierto estancamiento», rompiendo la tendencia ascendente de los últimos cinco años. Y existe continuidad sobre el destino de los principales flujos de trabajadores. «Los más intensos se han dirigido hacia Madrid, Barcelona, Málaga, provincias del Arco Mediterráneo y del valle del Ebro, además de las insulares». Si bien el informe del Instituto no entra con detalle en los saldos entre las distintas autonomías, Madrid aparece de nuevo como el destino principal de los asturianos que salen de la región por motivos laborales. Más de 5.000 de los 35.000 contratos firmados por esos profesionales fueron para cubrir empleos en la capital de España. Los expertos localizan en otras partes del país las variaciones más notables. «En términos absolutos, los flujos interprovinciales que en 2005 han experimentado mayor incremento han sido los de Alicante hacia Murcia, desde Barcelona hacia Tarragona, desde Madrid hacia Guadalajara y Toledo y desde Valencia hacia Castellón». El Observatorio Ocupacional esboza, además, un perfil de la movilidad geográfica de los trabajadores españoles. Tiene las siguientes características: lLas mayores tasas de movilidad se producen entre los varones. l Por edad, la mayor tasa se registra entre los 25 y los 34 años. l En cuanto al nivel formativo, las tasas más elevadas están en los dos extremos: los trabajadores de nivel universitario, por una parte, y los que tienen una formación inferior a la Educación Secundaria Obligatoria. l Los niveles más altos de movilidad se producen en la agricultura y en la construcción. l Los especialistas en dirección de empresas, los técnicos y los trabajadores de la industria manufacturera y de la construcción son los que más se mueven de una región a otra.
La Nueva España

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