Madrid- Los sindicatos esperan que la dirección de Volkswagen Navarra mueva ficha en la reunión que hoy mantendrán en Landaben y que reabre la mesa negociadora después de dos meses de paralización. El hecho de que el lunes no llegara a celebrarse la cumbre que estaba prevista en Barcelona ha venido a enturbiar algo más el panorama sobre la factoría, que lleva discutiendo su convenio colectivo desde hace más de dieciocho meses. En el comité europeo de Volkswagen que se había celebrado hace dos semanas se había acordado esta reunión como una manera para que se desbloquease el convenio de Landaben, que afecta a 4.000 trabajadores de esta planta y que es el más importante de Navarra en el ramo industrial. La negociación del convenio ha tenido como respuesta de los trabajadores la realización de diversos paros y protestas, que han reducido la capacidad de producción del modelo Polo, que también se fabrica en Bruselas. Landaben está advertida por la dirección de Volkswagen de la posibilidad de desviar toda la producción fuera de España si no se alcanza un acuerdo. Landaben es la planta europea que, junto con la de Bruselas, fabrica el modelo Polo, y el temor de los sindicatos es que ante esta situación el fabricante germano desvíe parte de la producción fuera de nuestro país, una amenaza que la multinacional ya ha puesto sobre la mesa. Uno de los principales temores de los trabajadores es el anuncio de los directivos del grupo de instalar nuevas factorías en Rusia.
La Razón
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