03 septiembre 2007

Las empresas no hallan trabajadores en Málaga para treinta profesiones

MÁLAGA. Si tiene problemas para encontrar un electricista, no se preocupe, es algo que le ocurre a otros muchos malagueños. Y, entre otros, también al sector de la construcción. Los constructores se las ven y se las desean para encontrar trabajadores que realicen las instalaciones eléctricas en sus obras. Se trata de una de las 30 profesiones que el Ministerio de Trabajo denomina como ocupaciones de difícil cobertura y que llenan de ofertas las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE).

“La carencia es manifiesta y lo que hace falta es fundamentalmente mano de obra cualificada, porque apenas hay gente con titulación”, explica José Manuel Aranda, gerente de la Asociación profesional de Industriales Electricistas de Málaga (Apiema). De hecho, cerca del 95 por ciento de los alumnos que cursan estudios de electricista de Formación Profesional en grado medio o superior encuentran trabajo cuando acaban sus estudios. Y muchos de ellos incluso antes de finalizar el curso. Aunque el esfuerzo formativo en el sector es mayor, ya que también en Apiema realizan cursos dirigidos a desempleados que duran entre siete y ocho meses. “Si alguien quiere un trabajo de manera más o menos rápida sólo tiene que hacer uno de estos cursos y si lo hace bien seguro que es contratado”, añade Aranda, que también detecta como en los últimos meses están trabajando en Málaga muchas empresas relacionadas con el sector de otras provincias de Andalucía, “pero también de Galicia o el País Vasco, porque aquí tienen trabajo asegurado”.

Entre las profesiones de difícil cobertura también se encuentran técnicos de mantenimiento de aire acondicionado o de frío industrial, así como pavimentadores o alicatadores, también relacionadas con el sector de la construcción, que mantiene así su pujanza y su tirón en el mercado laboral. También son necesarios cocineros, socorristas o entrenadores deportivos.

Aunque las profesiones que más predominan son las relacionadas con el mar, donde parece que nadie quiere trabajar. Jefe de máquinas de buque mercante, frigorista, maquinista o mecánico naval, piloto de buque mercante, mayordomo de barco, auxiliar de buque de pasaje o marineros de cubierta son sólo algunas de los puestos en los que se ha detectado carencia de empleados. “El mayor problema es que es una profesión muy dura que tiene unos salarios muy bajos”, explica Gabriel Gómez, marinero recientemente retirado. De hecho, la mayor parte de los buques que llegan al Puerto de Málaga, incluidos los de bandera española, apenas tienen ya miembros nacionales en su plantilla y la mayor parte de ellas son trabajadores extranjeros. “Búlgaros, estonios, serbios y muchos más que cobran sueldos más bajos”, añade Gómez.

Precisamente la población inmigrante es el objetivo del catálogo de ocupaciones de difícil cobertura. Cualquier empleador que necesite un trabajador de una de las ocupaciones de la lista puede directamente tramitar la autorización para residir y trabajar dirigida a un empleado extranjero, mientras que si no está incluida deberá pasar antes por la oficina de empleo para presentar una oferta. “El catálogo es una gran idea. Sin embargo, todavía no es muy operativa”, explica la responsable de Inmigración en Comisiones Obreras, Rosa Ortuño.

Precisamente son los sindicatos los que, junto a la administración, proponen las profesiones que necesitan trabajadores y luego el Ministerio de Trabajo es quien acepta o no esas solicitudes. “Y no siempre corresponden a lo que nosotros creemos que hace más falta”, añade Soledad Garbero, responsable de Empleo del sindicato. Aunque también hay profesiones que sí se encuentran en el catálogo del Ministerio y que casan con la preocupación sindical, como es la de empleada de hogar, “pero no es lo habitual”, afirma Garbero.

Para ella, el problema se encuentran en la poca claridad que tienen las ofertas de trabajo o los problemas. “Es una herramienta que aún necesita ser afinada y ser adaptada mejor a la realidad. Seguro que cuando se cambien algunas cosas podrá funcionar mucho mejor”, concluye Garbero. El catálogo se publica trimestralmente desde el 1 de julio de 2005.

Málaga hoy.es

El 20% de las demandas de empleo obtiene respuesta tras un año

HUELVA. Permanecen inscritos como demandantes de empleo por un tiempo superior a un año y presentan unas perspectivas de contratación poco halagüeñas. Se denominan Demandantes de Larga Duración (DLD) y representan en la provincia una cuarta parte del total de los que solicitan un puesto de trabajo. En su mayoría son mujeres y sólo recogen el 1,06 por ciento de los contratos que se firman anualmente en la provincia, según el servicio Público de Empleo Estatal de Huelva.

La mayor parte de los DLD inscritos en las oficinas de Huelva son parados, ya que de este colectivo, formado por 12.067 personas (el 20,38 por ciento del total de demandantes de empleo), se consideran parados al 59,32 por ciento y el 14,84 por ciento está a al espera de conseguir su primer empleo, lo que contribuye a que cada vez sea más difícil su inserción en el mercado laboral. De hecho, sólo uno de cada cien contratos firmados en la provincia durante el último año ha correspondido a algún miembro de este colectivo. Y en eso tiene mucho que ver tanto el sexo como la duración de la demanda. Así, dos tercios de los DLD son mujeres, sexo que agrupa el mayor número de contrataciones, ya que de los 3.459 contratos firmados entre el colectivo durante el año pasado, el 60,86 por ciento correspondió a mujeres, cuando en el total provincial ellas sólo firman el 47,74 por ciento de los contratos. Aunque respecto al conjunto provincial existe otro hecho diferenciador: el tramo de edad que tiene mayor número de contratos es el de mayores de 44 años, seguido por el de edades comprendidas entre los 30 y los 39 años. Y otra peculiaridad respecto a los grupos que se consideran de especial atención por la dificultad que presentan para acceder al mercado laboral (jóvenes, mujeres, etc.), que prácticamente coincide la cifra de contratos con la de las personas contratadas (3.459 y 3.413, respectivamente), algo que ni siquiera ocurre en el total de la contratación provincial, donde la relación entre trabajadores y contratos es de 1,95 por ciento .

En cuanto al tiempo de la solicitud de un empleo, el comportamiento es similar. Si son mayoría los que se mantienen a la espera de un puesto de trabajo durante un período de 1 a 2 años (41,2 por ciento), la mayor parte de los contratos son suscritos (68 por ciento) también corresponde a este grupo.

Servicios es el sector económico que realiza el 56,06 por ciento de los contratos a este colectivo, seguido de agricultura, con el 21,45 por ciento; construcción, con un 18,27 por ciento; y, por último, la industria, con sólo un 4,22 por ciento.

A pesar de que el colectivo de extranjeros no tiene prácticamente peso entre el conjunto de demandantes de empleo de la provincia (suponen el 3,40 por ciento), los inmigrantes ya aparecen entre los DLD, aunque sea sólo en un mínimo porcentaje, un 0,76 por ciento, porcentaje similar a que presenta su contratación sobre el total: 0,69 por ciento. La mayor parte de ellos, en el caso de los demandantes, son de nacionalidad portuguesa (36,94 por ciento) y marroquí (13,04 por ciento), mientras que los contratos son suscritos fundamentalmente entre los marroquíes (37,50 por ciento), alemanes (12,50 por ciento) y portugueses (12,50 por ciento).
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